Aunque la recámara es –sin contar el cuarto de baño— el espacio más íntimo de la casa, procurar que su estilo no desentone por completo con el resto de las estancias es una manera de dar unidad a todo el hogar.
Por esta razón, aquí te decimos algunos consejos para que elijas bien todos los enseres necesarios para cada una de las habitaciones según quienes vayan a ocuparlas y sus necesidades sin que por ello parezcan unidades independientes e inconexas con la decoración de toda la casa
- Compra los muebles y colchones en medidas aptas para cada espacio
Procura que todos tus muebles tengan las medidas adecuadas para que no te sientas apretado, puesto te restará comodidad y descanso. Una cama matrimonial para compartir en pareja es buena opción si la habitación principal no es muy espaciosa, mientras que si tienes hijos que compartirán cuarto, una litera podría ser tu mejor alternativa para economizar el espacio. De igual manera, busca burós y tocadores que no te roben muchos metros cuadrados.
- Elige ropa de cama acorde a los gustos de cada integrante de la familia
Aquí puedes jugar bastante con texturas, colores y diseños tanto de sábanas, colchas, edredones y demás, aunque puedes optar por estilos parecidos para todas las recámaras cambiando sólo un poco el tono conforme a una misma paleta de color, procurando los más suaves para niños pequeños y quizás otros más intensos para jóvenes y adultos. Con esta opción, podrás dar un toque integral a todo el diseño de la casa, máxime aún si van a juego con la tapicería de tu sala, sillas del comedor, etcétera.
- Instala clósets iguales
Los clósets suelen tener más espacio que los roperos, por lo que es mejor que desde un principio inviertas un poco en acondicionar con ellos todas las habitaciones, ya que, además de que favorecerás que tengan un mejor orden, darás una imagen de sobriedad a toda la casa respetando un mismo estilo.
- Evita llenar de agujeros las paredes
Llenar de cuadros y repisas las paredes de las alcobas da la impresión de que tienen menos espacio, sobre todo cuando estas son muy pequeñas. Si vas a colocar estos aditamentos, procura que no sean demasiados y calcula bien el sitio en donde los vas a poner desde un principio, pues así no tendrás que hacer reparaciones posteriores a tus muros o –peor aún—dejarlos llenos de agujeros.
